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The dolomites. WELCOME TO THE new ADVENTURE

Hello!

Este espacio estará dedicado a explicar nuestros viajes y vivencias, para que cuando vosotros queráis iros a explorar sepáis cuales son los mejores destinos, qué sitios hay que visitar, donde podéis dormir y comer y cositas que va bien saber antes de hacer las maletas.

El primer post del blog va dedicado, como no, a los Alpes Italianos, también llamados Dolomitas.

Es el sitio donde fuimos a grabar el vídeo de la nueva colección Otoño-Invierno, y muchos de vosotros nos pedisteis que colgáramos la ruta porque os encantó el sitio. Pues bien, ¡aquí va todo lo que necesitáis saber para marcaros un viajazo de 10!

Los Dolomitas son un conjunto de montañas situado en la zona norte de Italia, y es un destino muy concurrido en los meses de invierno dadas las buenas instalaciones que existen para practicar deportes de nieve como el ski o el snow. Lo que no es tan conocido de este lugar es su belleza en el resto de meses del año, tanto para hacer senderismo, como para escalar, hacer bici de montaña o parapente para los más atrevidos.

Y es por eso que nos decidimos a ir allí, por sus paisajes espectaculares, la diversidad de actividades y por ser un lugar poco concurrido fuera de la temporada de ski.

Nuestra idea era hacer un viaje de 4-5 días visitando los sitios más espectaculares, así que miramos el tiempo para evitar ir en días lluviosos, reservamos fechas, compramos los billetes de avión.. ¡y a volar!

Los lugares que vimos fueron los siguientes (links a los días):

Día 1: Llegamos a Bolonia, pusimos rumbo a Dolomitas en la furgo, hicimos la única visita del día, a Lago di Caresse, y dormimos en el Hotel Classic In en Ortisei, Val Gardena, después de unas pizzas históricas en el ristorante Erica.  

Día 2: Vimos el amanecer en Alpe di Siusi, luego hicimos una caminata por Seceda 2500 y un vuelo panorámico en helicóptero.

Día 3: Vimos el amanecer en Lago di Braies y fuimos a explorar Tre cime di Lavaredo, donde comimos y nos pilló la niebla en busca del acantilado más bonito de los Alpes. 

Día 4: Hicimos la excursión a Lago di Sorapis y a la vuelta volvimos a intentar llegar al acantilado de Cadena di Misurina. ¡El resultado fue inmejorable!


Día 5: ¡De vuelta a casa!

Antes de empezar con la chapa, os dejo un Mymaps para que veáis bien la ruta que hicimos y os situéis un poco mejor:


Día 1: Llegada a Bolonia y visita a lago di Caresse.

Empezamos el viaje el 16 de Setiembre desde Bolonia, ciudad a la que volamos desde de España. Está un poco lejos de los Dolomitas, pero lo cogimos con poca antelación y era el aeropuerto cercano más barato. Os dejo esta tabla donde os pongo las ciudades próximas y lo que se tarda en llegar en coche a Ortisei, un pueblo en Val Gardena, el corazón de Dolomitas:

Bookshelf

Si voláis a Innsbruck tened en cuenta que es Austria, y que el alquiler del coche será seguramente más caro que en Italia, y si voláis a Verona seguramente no encontréis vuelos directos, ya que tiene un aeropuerto pequeñito, así que yo os recomendaría volar a Bérgamo, y alquilar el coche ahí.

En fin, como veis no es el sitio más accesible del mundo, pero ahí está la clave del encanto, ¿no?

Una de las cosas que debéis saber antes de ir es que, al estar en la frontera con Austria, todos los sitios tienen dos nombres, uno en italiano y otro en alemán, tenedlo en cuenta cuando veáis los carteles por la carretera, porque puede confundir muy fácilmente. Y hablando de carreteras, id preparados para los peajes, porque no son pocos, ¡ni baratos!

Nuestra primera parada fue Lago Di Caresse, o Karersee en alemán, un increíble lago de montaña a menos de 1 hora de Bolzano, la ciudad más grande de la zona de los Dolomitas.


Os recomiendo que vayáis a última hora, porque la luz es espectacular, los picos del fondo se quedan de un color anaranjado y es súper bonito. Además, llegaréis a deshora y probablemente no encontréis mucha gente por allí.

Nosotros pagamos 4€ por el parking, que queda a mano izquierda si venís desde Bolzano. ¡Y lo mejor es que no hay que andar nada! El lago está cruzando la carretera a 20 metros. ¡UNA PASADA!


Estuvimos de 18 a 19:30h dando vueltas por la zona, rodeándolo y grabando clips para el video de la nueva colección.. que, por cierto, si no habéis visto el video, aquí lo tenéis:

https://www.instagram.com/p/B3C9TZZDxuD/ 

Después de visitar el lago fuimos al hotel, en Ortisei, Val Gardena. Nos duchamos y cenamos en la pizzería Érica, súper buena relación calidad precio para lo que hay por allí. Fueron 13€ por pizza y birra aprox, así que nada mal para estar en el paraíso de montaña.

Nota: Si quieres pedir una clara, que la vas a pedir, pide cerveza con limón, porque si pides clara seguramente te traigan una cerveza italiana que tiene un nombre parecido, y que no lleva limón. De nada.

Con la barriga llena nos fuimos directos a la cama, porque al día siguiente nos despertamos prontito (5:30am) para salir a las 6am del hotel y llegar a ver la salida del sol en Alpe di Siusi a las 7am.

La primera noche nos alojamos en Classic Hotel Am Stetteneck, donde pagamos 100€ por habitación doble con desayuno incluido. ¡Con parking privado y muy bien ubicado, sin duda recomendable!


Día 2: Amanecer en Alpe di Siusi, caminata por Seceda 2500 y vuelo panorámico en helicóptero.

Como os he dicho, nos despertamos pronto y fuimos directos a Alpe di Siusi, que al fin y al cabo es un prado verde enorme lleno de cabañitas de madera y vacas, y rodeado de montañas muy fotogénicas. Os recomiendo coger la primera luz del día, para que lo podáis ver así: 


Estuvimos grabando ahí 1h y media aprox, con todo el lugar para nosotros. Lo bueno de ir fuera de temporada es eso, que te cruzas con muy poquita gente, ¡y más si te pegas el madrugón!





Alpe di Siusi es una zona muy grande, así que para llegar exactamente al sitio donde fuimos nosotros, poned en el maps: Malga Sanon, que es un hotel/restaurante donde podréis aparcar gratis. Si vais, ojo con el camino de tierra del final, se las trae ;)

Acabamos de grabar en Alpe di Siusi sobre las 8:30am, y salimos hacia el hotel para aprovechar el desayuno incluido, que encima era buffet... ¡lo mejor después de estar 1h y pico grabando!
 





Después de un desayuno histórico, nos dirigimos a nuestro siguiente destino, Seceda 2500m, al cual se puede llegar de 2 formas diferentes; o bien caminando unas 2 horas en subida constante (1000m de desnivel) o bien en funicular, que cuesta 32€ y en 15-20 minutos te plantas arriba. Nosotros cogimos el funicular, que estaba a 10 minutos caminando del hotel, y sobre las 11:30 de la mañana ya estábamos arriba. Seceda fue uno de los sitios donde encontramos más gente, ya que, a parte de ir a mediodía, es muy conocido. Vais a ver por qué:  

Estuvimos hasta las 14h dando vueltas por la zona, volando el drone y haciendo la croqueta por el césped, y luego bajamos a comer. Con el restaurante no nos complicamos mucho, teniendo en cuenta que a las 14-14:30h ya cierran todos los restaurantes (en Italia comen prontito), comimos en el bar de la estación del funicular, donde no comimos mal, pero tampoco fue algo exquisito.

Nota: Si tenéis buena vista, en el último tramo del funicular llegando arriba a Seceda, podéis ver marmotas tomando el solete. Se camuflan súper bien pero son enooormes!



Como veis íbamos a buen ritmo, a penas era la hora de comer y ya habíamos estado en 2 sitios donde puedes pasarte 1 día entero en cada uno. Pues aún quedaba lo mejor, un p*to vuelo en helicóptero! 

Una vez acabamos de comer, descansamos un poco en la terracita del restaurante y pillamos la furgo para ir a la sede de Elikos, la única empresa que ofrece vuelos panorámicos en helicóptero por Dolomitas. Estaba a 20 minutos en coche de Ortisei, así que nos vino rodado.

Nosotros cogimos el vuelo más corto (y el más barato), 15 minutos 120€ pp. ¿No está mal eh? Ya lo sé, no es nada barato, pero merece muchísimo la pena. ¡Yo nunca había subido en uno, y es una de las experiencias más locas que he vivido!
 




Vimos los sitios que habíamos visitado esa misma mañana desde una perspectiva totalmente nueva, y ver montañas y montañas hasta donde alcanzaba la vista, fue alucinante.

Con la adrenalina todavía en el cuerpo, cogimos la furgoneta y mientras comentábamos la locura del vuelo, nos dirigimos al hotel donde íbamos a pasar la segunda noche; Hotel PörnBacher, a 20 minutos del lago más fotografiado del mundo, Lago di Braies, o Pragser Wildsee, depende de a quién le preguntes.
 

Esa noche cenamos en Ristorante Christl, a 5 mins del hotel, y también os lo recomiendo mucho, porque fueron muy rápidos y la relación calidad precio era buena. 

Después de unas buenas pizzas nos fuimos a dormir pronto, porque, como no, ¡al día siguiente madrugábamos otra vez! 



Día 3: Lago di Braies y Tre Cime di Lavaredo
 

A las 6am sonó la alarma, nos preparamos y fuimos directos a Lago di Braies a hacer el primer shooting del día. Llegamos antes que el sol, y nos decepcionamos un poco al ver que el reflejo del lago que nosotros habíamos visto en las fotos, había desaparecido por el viento. 

Empezamos a rodear el lago, y media hora más tarde, de repente empezaron a dibujarse las montañas en el agua, ¡y se nos cayó la baba a todos!

Nos pusimos a grabar y a hacer las fotos por las que habíamos ido, y no paramos en 2 horas.
 

Notas:

- El nivel del agua puede variar 2 o 3 metros de diferencia dependiendo de la época del año. Nosotros fuimos después del verano y antes de que empezaran las lluvias, por eso estaba el nivel tan bajo. Si vais en marzo o abril, cuando empieza el deshielo, seguramente el nivel del agua llegue a la altura de la caseta de madera de la foto. ¡Os dejo una foto de nuestro colaborador José Zepev, que pilló el lago bastante más lleno!

- A partir de las 10 de la mañana se pueden alquilar las barcas por 20€ la hora.
 
 


Con las SDs llenas de contenido, y después de volver al hotel a por el desayuno incluido, nos dirigimos al siguiente spot del día; Tre Cime di Lavaredo.



Sí, lo habéis adivinado, significa Tres Cimas, y es precisamente lo peculiar del lugar, las tres moles de piedra que sobresalen más de 500 metros desde el parking del refugio y casi 3000 desde el nivel del mar. ¡Y lo más loco de todo, es que vimos a gente escalándolas!

La entrada al lugar cuesta 30€ y sirve para estar 24h allí, así que, si vais de acampada o en auto caravana, podéis dormir arriba y pagaréis lo mismo que si subís y bajáis en el mismo día.

 
 
 

Nuestro plan fue rodear las tres cimas y llegar al refugio que había al otro lado, Rifugio A. Locatelli Innekofler, donde comimos un buen plato de pasta y nos echamos la siesta como buenos españoles. 

Después, fuimos por la parte detrás del refugio a explorar unas cuevas que vimos mientras comíamos, y resultaron ser pequeños túneles que se conectaban entre ellos y te llevaban a otro lado de la montaña.
 

Una vez comidos y vistos los túneles, la idea era volver a donde habíamos empezado, y seguir en la otra dirección para encontrar un acantilado que habíamos visto en vídeos y fotos y que nos moríamos de ganas de ver en directo porque era una pasada. Así que deshicimos el camino de ida, y en 1 hora nos plantamos en la furgoneta para cambiarnos las sudaderas, aligerar las mochilas y empezar el siguiente hike en busca del acantilado.

Y en un abrir y cerrar de ojos, mientras nos cambiábamos las sudaderas en la furgo, llegó una niebla muy densa que nos hizo plantearnos si hacer la excursión o no, ¡porque no veíamos un carajo!  

En fin, como no, salimos a probar suerte, y encontramos el acantilado, si, pero no con las vistas que nos habíamos imaginado… 
 



Cansados de todo el día caminando, y decepcionados por no ver nada, decidimos volar el drone, para intentar llegar encima de la niebla y ver la puesta de sol a través de la pantalla del móvil. ¡Y lo conseguimos! ¡A 300 metros por encima de nosotros estaba poniéndose el sol en un mar de nubes anaranjado, que tomas que sacamos! 
 


Con un sabor agridulce volvimos a la furgo y pusimos rumbo a Cortina d’Ampezzo, un pueblo lleno de tiendas de marca en medio de los Alpes. Ahí vimos el partido del Juve vs Atleti y dormimos como marmotas en el Hotel Aquila después de un atracón de pizzas y pasta en el restaurante Pontejel, que no estuvo mal, pero tampoco fue nada del otro mundo.  
 

Día 4: Lago di Sorapis y Tre cime parte 2:

El día 4 nos lo tomamos con más calma, nos despertamos a las 8:30am.. ¡wow! Después de dos días durmiendo poco, esa noche nos supo a gloria. Desayunamos como siempre buffet libre en el hotel, y partimos en furgo hacia el punto de inicio de la excursión del Lago Di Sorapis. Llegamos a Passo Tre Croci 15 minutos más tarde, y empezamos a caminar. La excursión es de poco menos de 2 horas, y las vistas que hay son increíbles:  

Llegamos a lago di Sorapis con un buen dolor de piernas, pero fue mirar el paisaje y se nos olvidó todo, ¡ese color del agua es espectacular! Hicimos alguna foto y fuimos directos a un refugio que hay a 100 metros del lago (Rifugio Alfonso Vandelli) a comer allí.

Nota: Es un sitio bastante remoto y no tienen datáfono para cobrar la comida, así que llevad efectivo encima. Y aprovecho para recomendaros la sopa de verduritas, que con el frío que hacía entro solísima
.

Acabamos de comer y empezamos a hablar con uno de los camareros, que conocía la marca y nos seguía a uno de nosotros. ¡En medio de la montaña en un refugio perdido de la mano de Dios, y conocía Blue Banana y a Axel! Flipamos bastante la verdad.

Empezamos el camino de vuelta, con la idea de volver al hotel y ducharnos tranquilamente y pasear por el pueblo, que llevábamos uno días de mucho tute y nos lo habíamos ganado. Pero la cosa se torció, nos pudo el afán de aventura, y acabamos poniendo rumbo al acantilado del día anterior, ¡era nuestra última oportunidad para conseguirlo! 

Volvimos a pagar los 30€ del parking sin pensarlo, cogimos solo lo necesario, y empezamos la excursión corriendo como jabatos, porque quedaba 1 hora de sol y había una media hora de camino para llegar. Por no decir que también había niebla cuando llegamos, pero no tan densa como la del día anterior.

¡Llegamos al acantilado a tiempo! Y esta vez con vistas, ¡qué p*ta pasada!
  



¡Pero el día no acababa allí, queríamos más! Así que subimos un poco más arriba, montamos la tienda de campaña para grabar unas tomas y vimos la última puesta de sol del viaje.  
  



Después de una tarde loca llena de adrenalina, empezamos el camino de vuelta a la furgo.

Súper satisfechos con el resultado del último día, cenamos en un restaurante cualquiera de Misurina, un pueblo muy cerca de Tre Cime, y pusimos rumbo al hotel, en Passo Pordoi, a 2 horas de trayecto… Es la otra cara del espíritu aventurero supongo, si no hubiéramos vuelto en busca del acantilado, a las 9pm ya estaríamos duchados y preparados para cenar. En cambio, a esa misma hora no habíamos cenado, estábamos destrozados y aún nos quedaban 2 horazas para llegar al hotel, ¡pero la experiencia que acabábamos de vivir justificaba de sobra la situación!
 






El hotel se llamaba Col Di Lana, y como el resto, la habitación doble con desayuno incluido rondaba los 100€. Queríamos un hotel en Passo Pordoi porque al día siguiente, antes de ir al aeropuerto queríamos hacer una mini excursión al refugio Fredarola (menos de 1hora andando) para ver el lago Fedaia y la Marmolada de fondo (la montaña más alta de Dolomitas).



Día 5: ¡De vuelta a casa!


Finalmente decidimos tomárnoslo con calma y bajar a Bolonia pronto por si pillábamos tráfico. Comimos por el camino en Treviso, en una pizzería baratísima y muy buena, se llamaba Zeus. Si vais podéis aparcar en Piazza Vittoria, está a 3mins caminando y hay un parking bastante grande.

¡De ahí ya nos fuimos al aeropuerto con caras tristes pero muy agradecidos por los días que habíamos pasado, y volvimos a España con las SD llenas y jurando no comer pizza ni pasta durante muchos días!

Fue un viaje increíble que superó por completo todas nuestras expectativas, tanto por los sitios que vimos como por las experiencias que vivimos, ¡así que no os lo puedo recomendar estando más convencido de que os va a flipar! 
 
Si tenéis cualquier duda, podéis dejarla en los comentarios y estaré encantado de resolverla.

Un saludo, y ¡a seguir con la aventura! 
  

Author Profile

Gonzalo Pasquier es un joven aventurero y fotógrafo español. Vive por y para viajar, y sus fotografías están inspiradas en su pasión por la naturaleza. En Blue Banana tenemos la gran suerte de contar con él dentro del equipo, y su misión no es otra que la de hacer realidad la nueva aventura y conseguir plasmarlo en nuestra marca a través de un contenido con un punto de vista propio, que vaya al siguiente nivel. Esto no va del qué hacemos sino del cómo lo hacemos. Y Gonzalo Pasquier es el encargado de demostrarlo. 

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